Educación y Tecnología

Tecnologizar la educación puede ser tan dañino
como convertirla en un producto comercial.

Las tecnologías de la información tienen un gran potencial en todos los ámbitos de la educación, desde básica a universitaria, incluyendo educación continua y capacitación técnica, ya sea presencial o a distancia. Sin embargo, tal como otros medios de comunicación, no aprovechamos toda su capacidad e insistimos en agregar tecnología sin repensar el proceso educativo. Este mes quiero mencionarles algunas aplicaciones tecnológicas interesantes, analizarlas y a partir de ello elucubrar que es lo que realmente se necesita.

Uso de Tecnología a Nivel Universitario

Chile ha sido uno de los pioneros en Latinoamérica en el uso de computadores y redes a nivel primario y secundario por el conocido Proyecto Enlaces (www.enlaces.cl). Sin embargo, el proceso educativo en escuelas y liceos no ha cambiado redicalmente. Algo similar ocurre a nivel universitario. En este caso podemos distinguir el uso de tecnologías para apoyar la educación presencial al interior de la institución o apoyar la educación dirigida a profesionales, ya sea presencial o a distancia. En México conocí de cerca dos ejemplos distintos de apoyo interno.

El más conocido y antiguo es el Instituto Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey (ITESM, www.itesm.mx) que cuenta con decenas de sedes en todo el país. Todos los cursos del ITESM tienen información en línea a través de una Intranet, incluyendo el programa del curso, material de trabajo, calificaciones, etc. El uso de este sistema es obligatorio, tanto a estudiantes como a profesores. En el campus del Estado de México, además de los laboratorios computacionales tradicionales, tienen una red inalámbrica en la cual tanto alumnos como profesores pueden conectarse en cualquier lugar del campus. Esto permite que los profesores en vez de tener un computador fijo sean provistos de un notebook, el cuál también pueden usar en su casa. Para los estudiantes, lo mismo, los cuáles pueden trabajar en la cafetería, en los jardines, en la biblioteca, etc. Esto soluciona el problema de espacio físico de trabajo y de infraestructura computacional. La desventaja es que se exige a los estudiantes el poseer un notebook o demostrar que tienen acceso a un computador personal en sus casas. Esto discrimina el nivel económico de los estudiantes, aunque el ITESM provee mecanismos para comprar un computador a plazo. Por otro lado, también ha sido necesario proveer una guardería de notebooks para los estudiantes que no deseen llevarselos a casa, principalmente por motivos de seguridad, previniendo posibles asaltos.

En la Universidad de las Américas (www.udla.mx), en Puebla (en realidad Cholula) están usando el sistema Sun Ray de Sun Microsystems. Este consiste en estaciones de trabajo sin disco en el cual se usa una tarjeta de identificación con un microchip para poder conectarse. Estas estaciones se encuentran tanto en laboratorios como lugares públicos, por ejemplo la biblioteca. Para evitar la pérdida de tiempo que significa cambiar de actividad (por ejemplo, ir a clases), para desconectarse basta sacar la tarjeta que luego puede introducirse en cualquier otra estación que contendrá el mismo estado que tenía anteriormente en la estación anterior. El estado de todas las sesiones se almacena en un servidor central y el microchip sólo tienen información para identificar el estudiante. Esta idea permite ahorrar tiempo en abrir y cerrar ventanas, desconectarse o recordar que se estaba haciendo. Además independiza la sesión de trabajo del computador mismo y aprovecha bien los recursos computacionales.

Lamentablemente, los ejemplos anteriores no son compatibles, ya que en el segundo se supone que el equipamiento es público y por ende compartido, lo que no es cierto en el caso de notebooks individuales. Una solución parcial sería que la universidad proveyera notebooks que los estudiantes puedan pedir por périodos de tiempo cortos y que tuvieran un sistema similar al microchip para conservar el estado de la sesión, que puede ser implementado por software. Esta alternativa también resuelve el problema de la discriminación económica.

Educación a Distancia

Hoy en día se habla mucho de la educación a distancia vía Internet y usando videoconferencias, información vía Web, etc. Sin embargo los casos más conocidos sólo tratan de lograr lo que sería una educación presencial pero salvando la distancia física. No hay duda que una buena educación presencial es siempre mejor, ya que aparte del contenido hay un contexto, un proceso, que es el que hace la diferencia. Muchas veces aprendemos vía este contexto, el cual es difícil de lograr a distancia. En la Universidad Virtual del ITESM hay algunas clases presenciales, se exigen actividades preparatorias antes de clases o se reservan espacios para reunirse en un contexto social. Sin embargo, esto supone que los estudiantes están en la misma ciudad o en ciudades cercanas. Las clases virtuales no necesitan grandes inversiones de infraestructura y por eso es una alternativa comercial atractiva. Sin embargo, esto no las justifican. Justificaciones válidas son que el estudiante puede decidir en que momento trabajar y no necesariamente en sincronía con sus compañeros. Una justificación mejor son lugares alejados, más aún en un país con la geografía de Chile. En cualquier caso, no es posible que en ningún momento la gente no se conozca, ya sea por el contexto social o durante parte de la evaluación del contenido.

Por lo tanto, el problema principal es como generar el contexto educativo adecuado al contenido que queremos entregar y el resultado que queremos obtener. Para esto debemos repensar el proceso educativo y luego ver que tecnología necesitamos y no al revés. Es importante notar que la educación a distancia es similar a la autoeducación, la cual depende mucho de la voluntad y la perseverancia de cada persona, la cual en muchos casos necesita un contexto para motivarse a si misma, ya sea teniendo un horario predeterminado que es controlado por un profesor o una actividad donde existe un compromiso con un grupo de trabajo. Resumiendo, las universidades chilenas tienen que abocarse a este problema, por que si no, el resultado será una invasión de educación de menor calidad de todos los puntos del globo, y en formas difíciles de prever.


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